miércoles, 30 de noviembre de 2011

Volver, volver, volver...


Fotografía: Albert Porta
Todo está bien. Incluso luce el sol. Incluso hay silencio que solo interrumpe el pitido de la lavadora; avisa que ya está la colada. Mi lavadora pita... como la cafetera... Todo está bien pero los ojos del alma no pueden verlo. No... no digo no saben; digo no pueden. No es lo mismo. A saber se aprende. Pero en la esencia del no poder hay una ausencia volitiva.

Así, igual que las hojas caídas de un árbol, está salpicado el suelo de este lugar llamado mundo. No hacen ruido porque apenas hablan durante el día. La noche concede una leve tregua. La tristeza patológica es la única enfermedad que da un respiro con la ausencia de luz. Cuando el día se acaba, el dolor se atenúa. A los "depres" no se nos ha muerto nadie, no nos han dado un susto a traición... El derrumbe no sabe de colores, abundancia, buenas noticias... El tiempo se convierte en una masa oscura, densa, lenta... muy lenta. No fluye. Son trombos secuenciales con calendario fijo. "Este año quizá no... "Sí. Este año también."

Existe una sustancia; es un líquido vital para poder caminar, hacer una cama, hablar sin que se quiebre la voz, coger una sartén y batir un huevo, esbozar una sonrisa, leer más de dos líneas seguidas, escribir lo que estoy redactando.... Se evapora todos los otoños y las primaveras ... todos los años... Me parece que es la primera vez que lo escribo en primera persona. Esta vez he sido capaz y las palabras no se han atascado. Mi intención es que deje de ser intocable, innombrable... Un paso más.

"Todo lo que llevo dentro
está ahí fuera.
Se ha hecho -fiel a sí mismo-
mi evidencia."
(Gerardo Diego)


PD. Afortunadamente, nadie muere por depresión endógena o transtorno bipolar; pero, probablemente, estas enfermedades crónicas mueran el mismo día del adiós definitivo.



Hay gestos que son como un verano entero, regalado de golpe, con mar, arena y brisa. Cuando los recibes no vale decir que no era necesario. Solo cabe una palabra: "gracias". Ciudadana tecnitas... querida María...

viernes, 25 de noviembre de 2011

La cuestión del millón.


Como ya viene siendo habitual, el otoño no es precisamente una estación que se me dé bien. He llegado incluso a cerrar el blog temporalmente. La de 2011 bate todos los récords. Tanto criticar a Platón... con los argumentos aristotélicos en el bolsillo ... y ahora busco un papel para firmar sin duda alguna que hay épocas en las que el "cuerpo es la cárcel del alma". Pero ya me he ido haciendo a la idea y tampoco pasa nada porque uno publique cosillas aunque esté chof. A pesar de que  se note un poco, creo que incluso es una buena fórmula para ir tragando sin ahogarse. Escribo menos, más corto ... y no pierdo el contacto con vosotros, mis amigos de la bloguería. (fin del preámbulo;-)

Hoy leía una entrevista que hace tiempo le hicieron a Enrique Rojas. Me ha gustado esta afirmación y os la transcribo:

"Educar es convertir a alguien en persona, es seducir por encantamiento y ejemplaridad; educar es enseñarle al hombre lo que es la vida." 

Me chirría un poco el verbo convertir. Lo tonto del asunto es que sé por qué, aunque me resulta difícil explicar el matiz. ¿Quizá porque para convertir hay que manosear demasiado?, ¿porque la mano tal vez debería compaginar dos acciones paralelas ...  de dentro hacia fuera y de fuera hacia dentro...? Espero que no lo tome mal el Dr. Rojas, que luego lo arregla muy bien:

"La palabra educación tiene dos etimologías muy interesantes: educare, que en latín significa extraer o sacar fuera, y educere, de latín moderno, que significa acompañar." 

"Acompañar", que no comparte el mismo significado que - por ejemplo y con toda la intención-  dirigir, forzar, manejar...

Puede parecer una sutileza. Pienso que no lo es. Entre el primer vocablo  y los otros tres hay miles de millas que los distinguen y distancian:

-El respeto sagrado a un bien absoluto: la persona, el ser humano, imago Dei ... como lo define  Mariapi con tanto acierto.

-La Libertad ...  ¡por Dios!, Santa Rita-Rita, que  lo que se da no se quita. Por eso, no. ¿"Convertir"? La libertad del hombre es, junto a la vida, el regalo más precioso... tanto que sin ella nos amputan los brazos para abrazar, los labios para besar, las manos para agarrar, el corazón para AMAR.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Al bloguero más prolífico. ¡FELICIDADES!


No sé qué va a salir de esto, pero lo que sí sé es que después de tantos años entrando en su "casa" hoy no voy de vacío. Nunca le he dedicado un post de aniversario. Y se merece un "Tú sí que vales".

Unos preliminares para que averigüéis quién es el que cumple años... y no lo ha dicho. Estoy convencida de que su blog va a ser como una wikipedia con firma de  autor. Lectura... mucha lectura con especial hincapié en la novela negra; Cine y actores; Canciones para nostálgicos y Melodías que son hallazgos; Rincones con descripciones detalladas después de un viaje y Rincones que han desaparecido y se han quedado en su memoria;  ¡Fútbol!; Programas de una televisión en blanco y negro que dan ganas de retroceder en el tiempo; Necrológicas que, al menos, sabes quién es el que ha pasado a mejor vida; Personajes de actualidad donde la objetividad y las apreciaciones subjetivas andan equilibradas y Personas anónimas que rescata del anonimato; Pitanzas...;-))); Temas de actualidad tratados con una exquisita objetividad... Zaragoza, Tarraco y Huesca... Me dejo mucho. Es imposible recopilar las huellas de un bloguero que publica TODOS LOS DÍAS. Dejo para el final algunos posts que he leído varias veces y que él etiqueta con una construcción en gerundio: "Contemplando la vida". Las entradas en las que trata la libertad, el tufillo de la hipocresía y el encorsetamiento, la magnanimidad, la prudencia, la amabilidad, la sencillez... Hoy reconozco que los tengo copia-pegados y archivados.


Este post, amigo Modestino, es un pequeño regalo -muy pequeño- que no equilibra la balanza de los buenos momentos que he pasado cada vez que entro en tu Cajón de Sastre.Hoy huele a galletas. Casa muy bien con un buen "vi ranci" de Tarraco;-)


Buscaba una canción. Sé que no voy a ser nada original, pero es que quiero acertar. Y en lugar de una serán dos. Espero que las disfrutes y que celebres este nuevo cumpleaños con todo lo bueno que trae tener un año más. ¡Muchísimas felicidades, jurisconsulto!


...y la inevitable:





jueves, 17 de noviembre de 2011

DISCULPAS

He suprimido la última entrada...espesa y críptica. Gracias a los que habéis pasado y habéis intentado comentar. Perdón a todos.

martes, 15 de noviembre de 2011

"Para que no me (te) olvides..."


Dicen que una de las condiciones de la perseguida, ansiada... felicidad es tener mala memoria. No creo que pueda ser aplicable a todos los terrenos. En la vida personal, esta capacidad de olvidar agravios de ida y vuelta se asemeja a quien intenta subir a un ático y en el segundo piso se da cuenta de que hay ascensor.  ¿Para qué recordar fallos superados, dejaditas liftadas que nos produjeron moratones, momentos especialmente duros que calaron en el alma? Distancia y que corra el aire. Aunque de vez en cuando la brisa nos venga de cara y el pasado se levante como si fuera ayer sin que medie la voluntad. Este es un tema que no sé si sería capaz de abordar en una ventana tan pública... Algún día, tal vez...

Pero otro asunto bien distinto es la memoria histórica. Personalmente, no me da la gana olvidar cómo se nos ha mentido durante la casi ya pasada legislatura.  No... Porque quien olvida repite bache y vuelve a caer  con los puntos de la frente aún tiernos. Este vídeo corto no sé si provoca llanto o risa... o las dos cosas a la vez. Pero aquí lo dejo por si alguien le quiere echar un vistazo.






Pues eso... Supongo que no es necesario que añada nada...
Perdón. Sí añado. Además de la delicadeza literaria tan conocida y en la que nos recuerda que "la tierra no pertenece a nadie, salvo al viento", Zapatero se ha ido y nos obsequia con una guinda:
Con una pensión vitalicia y el sueldo de miembro del Consejo de Estado, cualquiera se dedicaría a supervisar nubes durante el día, estrellas por la noche... incluso echarle el ojo al pluviómetro...  Si tuviera un mínimo de decencia, si este país no fuera o fuese este país, debería comparecer ante los Tribunales de Justicia y "cantar"... y asumir sus responsabilidades...

También es de Don Ramón Gómez de la Serna esta frase:
"Si te conoces demasiado a ti mismo, dejarás de saludarte."

O esta, que enmienda la plana a ese soplo de la naturaleza que parece que posee una tierra que, si acaso, es de quien la cultiva:
"Las espigas hacen cosquillas al viento"

Quién fuera gota de agua para evaporarse y sentarse en la punta de la nube y saltar de algodón en algodón  y dirigir la circulación de la brisa que amenaza con apropiarse de la tierra que pertenece al labrador...

lunes, 14 de noviembre de 2011

¿Y lo que queda ...?


Hoy es EL lunes. Si ahora estoy mosca, lo que me falta todavía hasta el cierre de la semana con la carta de ajuste. Y no va por Tomae, que no tiene ninguna culpa. Iba a emplear la muletilla "el pobre"... pero no, que de pobre no tiene nada y lo bien que lo pasa escribiendo estos posts tan surrealistas; en la república lloramos de risa... Al asunto, que me voy del tema.

Si soy yo la que exagero, ruego se me corrija. Desde el debate de la semana pasada entre los dos líderes de las formaciones políticas que pueden llevarse más gatos al agua (tampoco va por el programa de Intereconomía), el "aspirante" hace promesas; lo normal en estos casos. La más machacona es  la de crear empleo. No deja de ser una sana intención que supongo que va respaldada de unas medidas previstas. Digo supongo porque en política no existen los actos de fe. Me gustaría tanto creerlo... En un país que más del 20% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, escuchar esto es como para cantar "ojalá que llueva café en el campo" de noche y con velas.

Creo que un aspirante a la Presidencia del Gobierno  "puede prometer... y promete", como cualquiera que esté convencido de que hay cambios viables. Lo que no acabo de entender -por insidioso- , y si alguien lo entiende estoy abierta a cualquier explicación,  es un dedo acusador que acompaña sus frases con verbos en futuro simple del indicativo ... ni siquiera condicionales o con perífrasis verbales modales : "Usted subirá el IVA y no lo dice", "Usted bajará las prestaciones por desempleo y se lo calla", "Usted...". Hay una razón que me parece de perogrullo... y otra que implica un mínimo de ética:

- Si a alguien se le pueden pedir explicaciones es a quien ha lidiado el toro en el ruedo. Explicaciones porque en España, como en cualquier otro país democrático, el poder emana del pueblo; luego el pueblo puede y debe preguntar el porqué de las medidas adoptadas. Pero al torero que los ha visto desde la barrera... como mucho podemos imaginar que igual hubiera podido tener una buena tarde o podría haber sido embestido; no obstante, lo normal no es formar un juicio sobre fantasías o futuribles.

- En campaña electoral no todo vale. No vale decir que se ha hecho algo que justamente ha brillado por su ausencia. Tampoco vale la calumnia.  Y estas calumnias son de difícil reparación: de ellas se hacen eco los medios de comunicación, las redes sociales... Y "calumnia que algo queda", por desgracia, es cierto.

Es una campaña ... rara. Al cruce de acusaciones ya estamos acostumbrados. Pero a las acusaciones sobre "realidades" que no son reales ...  ¿Soy yo, que estoy susceptible, o hay alguien más que lo percibe así? 

Y quedan aún cinco días... A la espera de nuevas artimañas, os deseo un buen comienzo de semana.

Ayer me reí con este monólogo. No tiene ninguna relación con el tema del post.



lunes, 7 de noviembre de 2011

Una orquídea.


Los catalanes contamos las horas con un crono que empieza a moverse desde el mismo instante que algo empieza, se descubre,  se une, se aleja. Un año se destapa cuando comienza el primer segundo de su recorrido. Un día culmina a las 24h, pero se inicia en la hora uno. Cuesta al principio entender que "el debat serà a tres quarts de deu" ... a las 9'45h.

Con una orquídea y "un sorbito de champán", hoy celebramos que ha transcurrido un día del año 25.  Hoy nos hemos mirado y aún queda mucho de aquel par de flacuchos con cara de críos que nos dirigimos al altar; de aquel día 7 de noviembre que nos preguntaron si estábamos dispuestos a querernos siempre, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y la enfermedad, todos los días de nuestra vida. "Yo te acepto..." Y yo también. 

Hoy... tan canoso y hay que ver lo bien que te sienta el pelo blanco... te acepto un día más, otro año más... Hoy ... empezamos un viaje a lomos de la luna, una luna de miel improvisada y sin destino fijo; hoy, con bastante más carga que aquellos tiempos de comidas medio hechas o quemadas, paritorios, vicisitudes,  distancia, reencuentros, mucho estudio...  "yo te acepto" . Yo... te quiero.
Gracias por la sugerencia, Sarri.

No me resisto a colgar un spot. Al principio pensé que se trataba de una historia de amor... ¡y resulta que es un anuncio de Movistar!

domingo, 6 de noviembre de 2011

¿Desaprender...

para aprender?

Cuando crees que tienes el cupo lleno, sucede algo o escuchas a alguien o lees un texto revelador. Toda la estructura que creías tan bien cimentada tiembla y se caen algunos mitos, algunas rotundidades excesivamente redondas y perfectas.  No das por bueno o válido algunas certidumbres en las que te apoyabas pensando que eran de hierro forjado. Y eran de chicle.... Es posible que durante un tiempo cruces varios semáforos sin saber si están en rojo, verde o ámbar... Vas a ciegas, a tientas. Supongo que es el precio que hay que pagar para barrer los cascotes que se han derrumbado y los cristales de muchas ventanas por los que no se filtraba la luz.

Desaprender duele. Se parece a la poda. Produce el vértigo de no disponer de ramas largas para asirse. Desaparece la frondosidad y el cobijo que te proporcionaban las hojas. Pero desaprender te despoja de falsos ropajes y te invita a ver de nuevo y con nuevos ojos... si quieres o si te atreves a asomarte sin el prejuicio de que quizá vas a perder el equilibrio. ¡Ese miedo a las alturas...!

A veces hay que volver a la edad en la que se forja la personalidad y averiguar qué es tuyo y qué es prestado. Y calibrar  si lo prestado embadurna de tal modo que te complica la existencia. Empleo el verbo complicar deliberadamente, enfrentándolo con un familiar que comparte la misma raíz y que precisa el reflexivo: implicarse.

Desaprender para aprender. Nada que ver con la duda que lleva al escepticismo o el tsunami interior que arrastra los cimientos hasta abocarte a un nihilismo.

Desaprender "tics" asumidos que se adelantan para formular juicios sin disponer de todos los elementos... y aprender que solo Dios conoce el fondo y la intención del corazón humano.

Desaprender confusiones entre envoltorio y contenido para aprender a dar el justo valor a la persona, sin discriminación de ideologías, formas de expresión, y rutas para llegar a Dios.

Desaprender fronteras que dividen para aprender a aunar sin perder la propia identidad.

Desaprender corsés y posturas políticamente correctas que aíslan para aprender de nuevo la transparencia y la sencillez que te acerca a lo más precioso y perfecto de la creación: el hombre.

Y porque he tenido que desaprender... me importa mucho lo que aprenden mis ciudadanos y cómo lo aprenden. Y si es cuestión de prestar, me quedo con este estribillo: "Ama y haz lo que quieras"(San Agustín) 




miércoles, 2 de noviembre de 2011

Versos y preguntas


"A mí, en rigor, me han hecho como soy los que amé" (Luis Rosales)

Y aquí me he quedado, sin poder avanzar ni retroceder. Aquí me he quedado, mirando a un punto fijo e incierto... preguntándome cómo funciona esto de la dirección. Los que amé o los que me han amado. O los que amé y me han amado. Como si el amor pudiera solidificarse y envasarlo al vacío para estar un rato observándolo.

Yo, en rigor, no encuentro el rigor necesario para averiguar quiénes son exactamente los que  me han hecho. ¿Debería saberlo? ¿Es obligatorio conocer la respuesta?